Empezar este curso 2020-2021 es uno de los desafíos con los que nos vamos a encontrar tanto los progenitores como nuestros hijos. Incertidumbre, adaptación al cambio y flexibilidad serán conceptos que deberemos adquirir para llevar a acabo un curso escolar más incierto que nunca. Incorporar recursos como padres y madres nos permitirá enseñar a nuestros hijos de la manera más efectiva posible; desde nuestro ejemplo.

Educar a nuestros hijos implica MOSTRAR antes que decirles a nuestros hijos e hijas lo que tienen o deben hacer. El modo en que nosotros afrontemos el retorno a nuestra normalidad tanto del trabajo como del entorno escolar marcará las pautas con las que nuestros hijos se inicien en el nuevo curso. Aprender o simplemente cuestionar los propios modos de proceder y buscar otros más efectivos pueden ser las claves que marquen el inicio de este nuevo curso, centrar nuestros esfuerzos en lo que está en nuestra mano hacer, es una manera de acometer esta vuelta al cole marcada por la COVID-19.

¿QUÉ PODEMOS HACER COMO PADRES Y MADRES?

1. ATENDER A NUESTRO DISCURSO

¿Qué cosas estoy verbalizando con mi entorno más cercano respecto a la vuelta al cole? Nuestros hijos escuchan, participan, opinan sobre lo que nosotros decimos en nuestro núcleo familiar. Es muy habitual estos días escuchar y leer mensajes advirtiendo de lo difícil que va a resultar la vuelta a las aulas, de las condiciones en las que se va a llevar a cabo, de los inconvenientes, de las dificultades que se va a encontrar el alumnado. La preocupación de los padres por cómo afrontar esta vuelta es lícita, pero debería acometerse desde la construcción, no desde la destrucción. Observar nuestro discurso nos descubre en primer lugar el estado con el que nos enfrentamos a este retorno. Escuchar todo el tiempo la queja, lo mal que está todo, la incertidumbre a muy largo plazo y las consecuencias catastrofistas no nos ayudan a nosotros ni a nuestros hijos y por extensión a todo nuestro círculo de influencia.

No se trata de ocultar o de llenar nuestros mensajes de frases positivas en las que no creemos ni nuestros hijos e hijas tampoco, sino de aceptar con serenidad que este es el tiempo que nos ha tocado vivir y centrar nuestros esfuerzos en aquellas cosas que dependen de nosotros, en aquellas cosas que nos hacen sentir bien y nos predisponen a afrontar los desafíos continuos de una época donde los cambios se están produciendo con una rapidez inverosímil.

Así, uno de los primeros pasos para construir esta nueva normalidad es reflexionar sobre los mensajes que emitimos y del mismo modo preguntarnos si lo que estamos diciendo nos ayuda a nosotros y a nuestros hijos e hijas, si nos predispone a construir o por el contrario nos lleva al desánimo y a la queja.

Si no te ayudan, no los digas ni los repitas a tus hijos, cámbialos por otros que impliquen construir, no sólo cambiaréis vuestro modo de proceder, sino que enseñareis a otros a hacerlo.

No les cuentes lo que no creas ni repitas consignas que dicen o les sirven a otros,

Háblales con naturalidad de tu vuelta al trabajo, si te ha costado llevar la mascarilla toda tu jornada, díselo, con tranquilidad, y haciendo hincapié en la necesidad de llevarla puesta. Si por el contrario te ha sorprendido que no te has dado cuenta de que la llevabas, coméntalo con la misma sorpresa y naturalidad

No se trata de repetir mensajes que sirvan para todos, porque cada uno de nosotros somos distintos, la manera de entender esta nueva normalidad es diferente para cada núcleo familiar, por eso no sirve todo para todos.

Muéstrate humano, vulnerable, firme con el cumplimiento de las normas, dispuesto a hacer de este momento puntual, un tiempo para educar para vivir la vida,  con lo que nos depare.

2. AUMENTA TU ENERGÍA

El regreso tras las vacaciones suele ir asociado a la energía. El periodo estival es un tiempo para recuperar nuestras fuerzas y volver a nuestra rutina con más recursos y sin embargo regresamos más cansados y sin fuerzas. Es frecuente escuchar las quejas o las pocas ganas de volver sin poner atención al poder de estos discursos. De nuevo no se trata de llenarnos de positivismo ni de frases que no nos ayudan sino de centrar nuestros esfuerzos en aquello que nos impulsa en lugar de en lo que nos quita nuestra energía.

Mostrar a nuestros hijos que a nosotros también nos cuesta volver al trabajo pero que hacemos por encontrar el modo de que se haga más llevadero es la manera más efectiva de enseñarles a enfrentarse a su vuelta al cole.

Recuerda:

  • No descuides tu alimentación es la principal fuente de energía. Septiembre está asociado a la dietas por los excesos del verano, si te encuentras cansado y sin fuerzas y no repones tu energía te resultará más difícil enfrentarte a la vuelta a tus tareas
  • Prioriza las tareas, elige TRES importantes y hazlas
  • Muestra tus afectos: Abraza a tus hijos, diles que los quieres (aunque sean adolescentes y te rechacen) todos reconocemos los efectos de estos gestos en nuestro bienestar
  • Da las GRACIAS, siempre, por lo que quieras, por la oportunidad de aprovechar cualquier circunstancia para aprender y enseñar a nuestros hijos

CONSIGUE LAS PAUTAS Y RECOMENDACIONES PARA AUMENTAR TU ENERGÍA AQUÍ.

3. FLUYE: “Be Water my Friend”

Hace más de una década, un anuncio de televisión para una conocida marca de automóviles nos sorprendió con una de las frases más repetidas por entonces y extraída de una entrevista al mito de las artes marciales Bruce Lee. Desde entonces se ha utilizado muchas veces para destacar en sentido de fluir de forma natural, de ser como el agua, moldeable y adaptarse con naturalidad al cambio.

Vivimos en una sociedad incierta, pocas cosas permanecen estables y sin embargo seguimos queriendo que todo permanezca igual. No podemos luchar contra lo inevitable, no podemos pretender seguir igual si todo es ya distinto, fluir no significa dejarse arrastrar por la corriente, sino adaptarse a todos los obstáculos que se encuentra, el río no se opone a su curso, sino que busca la forma de seguir fluyendo en su devenir. Educar a nuestros hijos implica ser resilientes, aceptar lo que la vida nos depara, ser conscientes de los obstáculos con los que nos vamos a encontrar y seguir fluyendo al igual que el río, enseñar a vivir, es aprender a vivir con lo que depara cada momento.

El sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman ya aventuró hace dos décadas una sociedad líquida donde nada es fijo ni duradero

«Aún debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Y también debemos aprender el aún más difícil arte de preparar a las próximas generaciones para vivir en semejante mundo». (Zygmunt Bauman)

La pregunta no debería ser cómo preparamos a nuestros hijos para vivir en estos entornos líquidos sino cómo nos comportamos nosotros en este escenario, cómo nos adaptamos a la velocidad de los cambios en esta nueva sociedad y qué estamos enseñando a nuestros hijos e hijas desde nuestra experiencia. No podemos quitar todas las piedras del camino con las que se van a encontrar nuestros hijos a lo largo de su vida, pero sí podemos enseñarles a transitar e incluso hacerlo divertido y juntos

Protégeles, poneros el casco y el chaleco y coged los remos, es posible que en algún momento os caigáis,  en eso consiste el juego y la vida, no pongas el foco en las veces que te caes, sino en la rapidez con la que te vuelvas a subir a la barca para seguir en el camino.