Entender la importancia de contar con un espacio de reflexión para acometer desde la serenidad las dificultades del entorno laboral durante la pandemia es una necesidad tanto de los líderes de las organizaciones como de los trabajadores, en la que el coaching puede servir de palanca para encontrar nuevas formas de proceder.

¿PARA QUÉ UN PROCESO DE COACHING AHORA?

Que estamos en una crisis económica no es una novedad, que este periodo afecte a los sectores medioambientales, sanitarios, sociales y de empleo es cuanto menos un momento puntual y propicio para implantar cambios en nuestros hábitos y formas de proceder.

Encontrar momentos para la reflexión o simplemente para parar entre las múltiples tareas que acometemos diariamente podrán darnos las claves de aquello que tenemos que cambiar porque no nos resulta efectivo y aquello que debemos reforzar que ya nos está proporcionando resultados.

Aceptar la velocidad de los cambios es un requisito necesario que exige un estado óptimo para acometer las decisiones más efectivas. En estos meses conviviendo con la COVID-19, donde las siglas ERTE y ERE se muestran indisolubles de las palabras miedo, estrés, ansiedad e incertidumbre, nos muestran un estado emocional poco propicio para acometer el día a día con serenidad.

Aunque muchas personas ya están acometiendo acciones específicas y concretas para solventar esta situación, no son conscientes de lo ya conseguido, poner el foco en lo que mucho que queda por hacer, nos resta fuerza y energía para acometer el día a día. Poder contar con momentos puntuales, con espacios determinados para reconocer el trabajo bien hecho y ya acometido, son tareas que se trabajan desde un proceso de coaching, Trabajar no solo las áreas de mejora sino reforzar las áreas de expansión y los logros conseguidos por los líderes y por los equipos, es una necesidad que nos ampliará las posibilidades a medio y a corto plazo.

La sobrecarga emocional a la que el trabajador, sobre todo de determinados sectores (sanitarios, sociales…) se ve sometido afecta al empleado y por extensión al equipo, al funcionamiento de las actividades laborales y especialmente al que ejerce el liderazgo que se ve abrumado, no solo por su situación emocional personal sino por tener que sostener a los equipos, individualizando y personalizando cada situación dentro de la organización.

Desatender el bienestar de los miembros del entramado laboral resulta extremadamente costoso a la larga ya que los factores desencadenantes de estrés son riesgos laborales que derivan en problemas de salud, con cambios neurofisiológicos (taquicardias, presión sanguínea…) cognitivos (confusión mental, pérdida de claridad y objetivo.. ) y conductas que propician el absentismo laboral (Trabajo y Sociedad, núm. 25, 2015, pp. 463-492) y/o baja productividad.

Algunos de estos sectores como el sanitario, sobrepasado por la presión emocional, están viendo la necesidad de contar con programas y acompañamientos específicos para abordar el bienestar de sus trabajadores www.nejm.org

Estos programas deberían formar parte de la cultura empresarial no solo en momentos de crisis, ni en sectores profundamente afectados por situaciones difíciles, sino como elementos preventivos y de capacitación integral que abarcaran todos los niveles de expansión profesional del trabajador y en todo el abanico empresarial.
Poder contar con un acompañamiento especializado como el que ofrece un proceso de coaching en el que crear un espacio seguro para mostrar nuestra vulnerabilidad y saberla utilizar para optimizar nuestro trabajo, es ya una necesidad imperante en los planes de desarrollo del liderazgo. Acometer acciones que contemplen y que fomenten la resiliencia grupal y de apoyo a los profesionales durante esta nueva situación ayudará a sentir que trabajamos proactivamente por cambiar la situación.

Los pequeños actos o acciones, pautados y trabajados en las sesiones de coaching, centran nuestros esfuerzos en la proactividad y en la observación de nuestros movimientos. Lo que permite calibrar el alcance de nuestros resultados en cada sesión con nuestros coach y poder reconducir si es necesario, nuestras maniobras, y reforzar:

NUESTRA PERTENENCIA AL GRUPO Y A LA ORGANIZACIÓN,

ELEVAR EL ÁNIMO

FOMENTAR EL TRABAJO EN EQUIPO

Reforzar nuestro liderazgo a través de un proceso de coaching, tiene una repercusión no sólo en nosotros sino en quienes nos rodean y en los resultados de nuestras organizaciones.

COACHING: PROCESO DE ACOMPAÑAMIENTO ORIENTADO AL CAMBIO

Como bien aventura la propia definición del proceso de coaching, el coach acompaña para aceptar los desafíos profesionales derivados de la pandemia trabajando junto al empleado y especialmente con el líder, para reconocer y potenciar sus recursos individuales, mejorar su rendimiento individual y por extensión el de los equipos.

¿CÓMO SE LLEVA A CABO UN PROCESO DE COACHING?

A través de una serie de sesiones individuales o grupales de una hora y media de duración, donde la persona que lo recibe trabaja sobre aquello que ha detectado que puede mejorar o sobre lo que le preocupa y no sabe todavía cómo abordar.

Cabe señalar que un coach, no aconseja, ni asesora, ni mentoriza a un pupilo salvo que la persona que lo realice tenga y contemple esas competencias.

¿CÓMO ENCONTRAR UN PROFESIONAL DEL COACHING?

En estos momentos de extremada exposición emocional, se debe contar con profesionales que sostengan adecuadamente esta presión sin solapar otras disciplinas de apoyo emocional y/o empresarial. Asociaciones profesionales como AECOP (Asociación Española de Coaching Ejecutivo y Organizativo) aecop.net o ICF (International Coach Federation) www.icf-es.com velan por la profesionalidad y el rigor en la práctica del Coaching y cuentan con un amplio elenco de profesionales. Consultar sus bases de datos proporcionará garantía para satisfacer la necesidad que deseamos solventar.

Si eres de los que te gusta leer podrás encontrar una lista para aproximarte al liderazgo y al coaching aquí

¿Cuánto vas a tardar en probarlo por ti mismo?

“Es de sentido común elegir un método y probarlo. Si falla, admitirlo francamente y probar con otro. Pero, sobre todo, intentar algo”. Franklin Delano Roosvelt

solicita más información o una sesión de prueba en coaching@marisafelipe.com